Ferial es una cristiana, que huyó de Alepo experimenta la provisión como desplazada en Siria
La cristiana vivía en paz con su esposo Ghandi y sus hijos Anna Maria y Ohanes, cuando el Estado Islámico invadió Alepo, Siria. El edificio donde vivían fue destruido poco a poco durante los combates, ya que se encontraba en medio del fuego cruzado.
Además, no había comida y menos paz para descansar y dormir. Ghandi compartió su sufrimiento y el de su familia con un amigo y fue convidado a trasladarse a Latakia. Se mudó primero y luego se llevó a su esposa e hijos. La mudanza no fue fácil para Ferial, siempre recordaba su casa, que había construido con tanto esfuerzo. Pero, la cristiana fue animada por su esposo a seguir confiando en Dios.
Sorprendidos por la esperanza
Así que llegaron a Latakia, la familia encontró apoyo en una iglesia local, que también es un Centro Esperanza sustentado por Puertas Abiertas, y vio cómo su vida mejoraba. «Nos acogieron bajo sus alas espiritual y financieramente. Me motivaron a amar a Jesús aún más que antes. No nos sentimos abandonados, nos hicieron sentir amados«, comparte la cristiana.
El consuelo y cuidado que recibió hizo que Ferial se sintiera apta para ser profesora en el Centro de Esperanza. «Me gusta mucho trabajar con niños y educarlos sobre Jesús y la iglesia. Los niños son influenciados por los profesores, se que esta semilla quedará en sus corazones, doy gracias a Dios por haberme puesto en esta situación«, concluye.
La crisis económica en Siria es real, y muchos cristianos se han visto afectados. Algunos no tienen lo suficiente para alimentarse diariamente, por lo que necesitan el apoyo de las iglesias locales. Apoya proyectos en favor de estos hermanos y demuestrales el amor y el cuidado de Jesus.