El objetivo de los guerrilleros era destruir a los líderes eclesiásticos
Jasar (seudónimo) es un cristiano de Colombia, dice: «Mi infancia fue muy difícil, servía a los guerrilleros. A los 17 años, lideraba a más de 3.000 hombres». El principal objetivo eran los cristianos.
Colombia ocupa el puesto 30 en la Lista Mundial de la Persecución (LMP) 2022, presenta un panorama de persecución localizada y violenta. Los líderes eclesiásticos son amenazados, acosados, extorsionados e incluso asesinados como resultado de la violencia cometida por los guerrilleros y otros grupos criminales, especialmente en las zonas más lejanas del país. A pesar de ser un país mayoritariamente cristiano, existe una creciente intolerancia contra los cristianos en la esfera pública.
Transformado por el amor de Jesús
Como todo guerrillero, Jasar odiaba a los seguidores de Jesús. Pensaba que todos eran espías y que no servían para nada. «No nos daban información, no nos dejaban llevar a sus hijos, no nos obedecían, los cristianos son vistos como enemigos de la guerrilla», dice Jasar, que se declaraba ateo. En Colombia se menciona la libertad como un derecho, pero no es así. Los cristianos son vistos como una amenaza para el poder de los líderes locales y las tradiciones indígenas ancestrales.
El amor de Jesús alcanzó a Jasar, quien enfrentó situaciones difíciles por ser cristiano, pero todo es posible con Dios. Actualmente es pastor y socio de Puertas Abiertas en Colombia. Ayuda a difundir el evangelio, para que más vidas sean transformadas por el amor de Dios. Jasar es testimonio de lo mucho que Dios puede hacer en medio de la violencia y la persecución.